Cuántas veces has tenido la necesidad de disfrutar un rico y agradable masaje tradicional, o bien, quizás seas aquella persona que lo practica. Es tanto tu éxito que tus padres, hermanos, amigos y demás piden tu terapia para sentirse relajados.
Si tu intención es hacer sentir bien a quienes te rodean practicando el masaje tradicional; cómo son tus movimientos, quiero pensar que son espontáneos, cálidos y sin ningún proceso a seguir. Si has obtenido resultados, bien por ti, pero en esta ocasión quiero compartirte una técnica muy sencilla que te permitirán practicar esta legendaria terapia con mayores beneficios.
De acuerdo a Patricia Bernal, especialista en masajes, explica que en nuestros días el masaje ha llegado a ser un arte terapéutico encaminado a favorecer y mantener la salud mediante una manipulación capaz de relajar, estimular o vigorizar el cuerpo y la mente.
Describe que el uso más frecuente y eficaz de éste, es promover la relajación física y mental, con lo que es posible aliviar los procedimientos derivados del estrés y la tensión muscular. Además señala, se usa como terapia estética, en tratamientos reductivos, celulitis, flaccidez y en ciertos casos de trastornos circulatorios; también para la hipertensión, trastornos cardíacos, dolor de cabeza, hiperactividad, insomnio y sinusitis.
Terapia multidisciplinaria
Desde el punto de vista fisiológico, el masaje fortalece el sistema nervioso y los aparatos cardiocirculatorio y locomotor, estimula la asimilación de nutrientes y la eliminación de desechos.
En el plano psicológico y emocional el masaje tiene un efecto calmante de gran utilidad en casos crónicos o recurrentes de ansiedad o depresión, gracias a que despeja la mente y ayuda así a enfrentar de manera más constructiva las preocupaciones de la vida diaria.
A los enfermos confinados en cama se les prescribe con frecuencia una fisioterapia basada en el mensaje para aliviar el dolor y favorecer la circulación.
Con todo, indica el especialista, el masaje está contraindicado en caso de fiebre, flebitis, trombosis, y varices en las piernas, a menos que el médico autorice expresamente su empleo.
Aunque cada día es más frecuente el empleo de técnicas pertenecientes a otras doctrinas como acupuntura, aromaterapia, reflexoterapia, y shiatsu (masaje de presión con los dedos) entre otras, el masaje tradicional consta de cuatro técnicas básicas:
a.- Eufflerage: Consta de apretones lentos y rítmicos, dados con las palmas hacia abajo y con los pulgares a 2 ó 3 cm. de distancia entre sí. El effleurage ligero se da con las palmas y las yemas, el profundo con los pulgares y los nudillos, doblando los dedos.
b.- Tapotement: El nombre de esta técnica designa un golpeteo rápido y ligero, de movimientos cortos, dado generalmente con la parte blanda de los puños cerrados a cualquier zona carnosa del cuerpo, como los hombros, la cintura, lo glúteos y los muslos. La operación se asemeja a los golpes de kárate, pero debe ser mucho más ligera para no causar molestias.
c.- Pétrissage: Consiste en tomar una gran porción de músculo, apretujarla como si se trabajara una masa de pan y luego soltarla para proseguir con la porción adyacente. Esta técnica, que se aplica sobre todas las zonas de la cintura y el abdomen, estimula la circulación y relaja los músculos tensos o contraídos. También ayuda a eliminar el ácido láctico que se acumula en los músculos después de los esfuerzos excesivos y que es una causa frecuente de calambres entre deportistas. Además es la técnica más usada en tratamientos reductivos.
d.- Fricción: Es una serie de frotamientos circulares dados con uno o más dedos, el talón de la mano y el pulgar, destinados a favorecer la circulación superficial y a mejorar la movilidad de las articulaciones. Esta técnica es útil sobre todo para las lesiones de tendones y ligamentos derivados del deporte. Pero no es conveniente aplicarla en caso de contusiones o heridas abiertas.
A los enfermos confinados en cama se les prescribe con frecuencia una fisioterapia basada en el mensaje para aliviar el dolor y favorecer la circulación.
Con todo, indica el especialista, el masaje está contraindicado en caso de fiebre, flebitis, trombosis, y varices en las piernas, a menos que el médico autorice expresamente su empleo.
Aunque cada día es más frecuente el empleo de técnicas pertenecientes a otras doctrinas como acupuntura, aromaterapia, reflexoterapia, y shiatsu (masaje de presión con los dedos) entre otras, el masaje tradicional consta de cuatro técnicas básicas:
a.- Eufflerage: Consta de apretones lentos y rítmicos, dados con las palmas hacia abajo y con los pulgares a 2 ó 3 cm. de distancia entre sí. El effleurage ligero se da con las palmas y las yemas, el profundo con los pulgares y los nudillos, doblando los dedos.
b.- Tapotement: El nombre de esta técnica designa un golpeteo rápido y ligero, de movimientos cortos, dado generalmente con la parte blanda de los puños cerrados a cualquier zona carnosa del cuerpo, como los hombros, la cintura, lo glúteos y los muslos. La operación se asemeja a los golpes de kárate, pero debe ser mucho más ligera para no causar molestias.
c.- Pétrissage: Consiste en tomar una gran porción de músculo, apretujarla como si se trabajara una masa de pan y luego soltarla para proseguir con la porción adyacente. Esta técnica, que se aplica sobre todas las zonas de la cintura y el abdomen, estimula la circulación y relaja los músculos tensos o contraídos. También ayuda a eliminar el ácido láctico que se acumula en los músculos después de los esfuerzos excesivos y que es una causa frecuente de calambres entre deportistas. Además es la técnica más usada en tratamientos reductivos.
d.- Fricción: Es una serie de frotamientos circulares dados con uno o más dedos, el talón de la mano y el pulgar, destinados a favorecer la circulación superficial y a mejorar la movilidad de las articulaciones. Esta técnica es útil sobre todo para las lesiones de tendones y ligamentos derivados del deporte. Pero no es conveniente aplicarla en caso de contusiones o heridas abiertas.
La eficacia del masaje se atribuye a sus
propiedades tonificantes, relajantes y lenitivas - calma el dolor y suaviza la
piel -, así como el contacto físico que implica, Patricia Bernal.
Que la magia sea parte de tí
Ira
Ira
3 comentarios:
Sabía los movimientos... pero no los nombres... definitivamente el masaje es muy bueno, yo lo he practicado desde que yo me acuerdo... cuando caminaba por la espalda de mi padre.... luego empezé a aprender a dar masaje en las piernas... luego en el cuello.. y después de tantos años... se me hizo costumbre.. y muchas veces veo a alguien que yo creo está tenso o tensa... y le doy masaje.. sobre todo en el área del cuello y hombros, y en la familia... todos se mueren por un masaje... claro.. a mi andie me dá.. solo yo... antes de dormir y cuando estoy cansado... pero no es la misma...
aplico todos esos movimientos.. aprendidos por la maña y la vagancia.. no estudié nada.... lo más probable es que me haga falta técnica...
pero si.... repito.. un masaje es muy bueno
La celulitis se llama a los depósitos de grasa atrapados debajo de la piel que causan los hoyuelos de las caderas, los muslos, las nalgas y el abdomen. Este problema estético ocurre en el 90% de las mujeres desde la post-adolescencia y raramente se ve en los hombres. Opuesto a la creencia popular, la celulitis no está relacionada con la obesidad. Ocurre en las personas obesas, normales o delgadas
Los masajes ayudan considerablemente a disminuir la piel de naranja de tu cuerpo como bien enunciamos en http://www.mundocelulitis.com pero es importante que acompañes los masajes anticelulitis con una buena alimentacion, que realices ejercicios contra la celulitis y por sobre todas las cosas si fumas o bebes alcohol que renuncies a ellos.
Muy interesante. Aprender a dar masajes abre muchas puertas en el plano laboral teniendo en cuenta que la labor del masajista profesional es muy requerida en la actualidad. No hay mejor cura para las distintas aflicciones relacionadas con la parte muscular que una buena sesión de masajes.
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